Corriendo a través de un enorme y espeso bosque de rosales. Las espinas se encuentran por todos lados. Y es absurdo, es absurdo estar acá corriendo. Imposible evitar cortarse, pero sigo corriendo. No hay manera, no hay pensamiento, que me logre convencer de detenerme. Lo único que quiero y puedo hacer es disfrutar del hermoso aroma a rosas.
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